miércoles, 13 de julio de 2011

5. Dianna: Olor a vainilla

El autobús tarda más de lo normal en llegar. Son las ocho de la mañana y aun no ha llegado. Katie tampoco está. Le envio un mensaje a su bb "¿Dónde estás?" pero no contesta. El autobus llega por fin y subo. Cojo el ipod y empieza a sonar la versión de Glee "Last Christmas". Es una de mis canciones favoritas de Glee. Está cantada por los protagonistas, Finn y Rachel y cuando cantan al unisono sus voces conectan de tal manera que me encanta.
Una vez en el instituto vuelvo a mandar el mismo mensaje a Katie. Es muy raro, ¿que le habrá pasado? Entonces veo a Hayley saludandome con la mano. Voy hacia ella. Le doy dos besos.
- ¿Que tal?- me pregunta
-Muy bien- respondo- ¿Has visto a Katie?
- No, pensaba que vendría contigo como siempre.-
Entonces sonrie y saluda a no se quién. Me giro y al ver que saluda es un chico en moto supongo que es su hermano. Se quita el casco y verifico que es el. Lleva una chica detrás, ¿quien será?
- Mira Hayley, tu hermano se ha hechado novia- digo
No responde solo se limita a intentar descubrir de quien se trata.
La chica se quita el casco también y veo que se trata de Katie.
-¿Katie?- me sorprende bastante, sobretodo porquè apenas sabia que se conocian.
- ¡Dianna, Hayley! ¡Hola chicas!
Se acerca y nos da dos besos. No le da tiempo a abrir la boca para decir nada más porque suena el timbre. Nos despedimos porque ninguna de las tres coincidimos en ninguna clase. La llegada de la hora del descanso se hace larga y aburrida como cada día. Por fin llega.
Salgo de clase y me dirijo a la cafetería. Allí espero a Katie y a Hayley. Entonces me encuentro con Gin. Le saludo y nos damos dos besos. Me recuerda lo del pase de modelos y criticamos a la nueva profesora de italiano. ¡Es una borde! Y luego le comento el ridiculo peinado que lleva el profesor de griego. Acabamos riendo a carcajadas.
- ¿De que ríes Dianna?- dice Katie
- Ah de...- intento hablar pero Gin me interrumpe.
- De nada que te interese- responde ella
Katie se propone a decirle algo pero decide ignorarla y me comenta:
- Tenemos que hablar, cuando acabes ven, estoy con Hayley en esa mesa
- Vale ahora voy para allí.
Se dirige para allí y yo me quedo un rato hablando con Gin. Después me siento en la mesa con Katie y Hayley. Por desgracia no me da tiempo a que katie me cuente eso tan importante ya que se acaba el descanso y toca volver a clase.
Las otras clases se pueden definir como las primeras, aburridas. Pero a las 14.00h, puntual como siempre, suena mi querido timbre. El que me salva de las garras del aburrimiento. Me despido de Hayley y salgo huyendo de allí junto a Katie. Quiero que me cuente lo que ocurre con Angelo. Esta tarde solo haré el vago
En el autobus le pregunto intrigada por lo ocurrido:
- ¿A ti que te ocurre con Angelo?
- Nada que esta mañana me ha traido en moto.
- Hahahaaha ya lo he visto! Que fuerte.
-Si porque he perdido el bus. Lo siento por cierto.
- Eso que me has dejado tirada- digo en broma.
- Anda mujer, que seguro que sin mi no te las arreglas nada mal.
- Haha, era broma. ¿Y que, te has liado con él?
- No, aun no.
Nos miramos y empezamos a reír. Las dos sabemos que en cualquier momento conseguiría liarse con el.
- Pero te gusta de verdad o solo como un rollo más
- Quien me ha gustado de verdad, Dianna? Solo uno, ninguno más...
- Es cierto...........
La conversación se volvió incomoda al recordar a Kevin. Pobre. Decidí cambiar rápidamente de tema.
- Bueno y que tal las clases?
Por suerte sonrió y me empezó a contar una anécdota de su clase de química.
Cuando llegamos nos separamos y nos fuimos cada una en dirección contraria. Me pongo el ipod y sale una de mis canciones favoritas, una de Pitbull y Ne-yo, Give me everything. Me encanta esta canción. Escuchando una canción tras otra llego a mi casa.
Una vez dentro me caliento unos macarrones. Cuando he comido me voy a mi habitación a ver un poco la televisión.
Estoy un buen rato haciendo zapping y oigo como llega mi madre. Bajo corriendo a saludarla. Me abraza y me pregunta como me ha ido la mañana. Me limito a decir que ha sido bastante aburrida. Ella se ríe y me comenta que cuando mi padre fuera a buscar a mi hermana iríamos a presentarnos a unos nuevos vecinos. Me dice que residen en la casa contigua a esta. Mis padres siempre son muy educados y se presentan a los nuevos vecinos. Creo que es la razón por la cual me conoce todo el vecindario.
Cuando llega mi padre con mi hermana nos dirigimos a la casa de al lado para conocer a los nuevos vecinos. Mi madre lleva una de sus tartas de chocolate (están deliciosas). Mi padre pica el timbre y al ver que van a abrir mi hermana, vergonzosa, se esconde tras mi madre. Abre una mujer, no mucho más alta que yo, de mediana edad, no mas de cuarenta-y-cinco. Es rubia teñida y sus ojos están remarcados con un lápiz de un violeta oscuro. Nos saluda y nos dice:
- Hola soy Paola, sois los vecinos de al lado, ¿no es así?
- Correcto y hemos venido a daros la bienvenida, hemos traído un pastel- dice mi madre amablemente- soy Michele y ellos son, Liam, mi marido y Dianna y Bianca mis dos hijas.
- Encantada, pasad por favor- dice sonriendo.
- Muchas gracias- dice mi padre.
Pasamos y Paola llama a su marido:
-Cariño, han venido los vecinos de al lado- dice casi gritando
-Ya bajo- se oye una voz masculina.
Nos hace un gesto para que la sigamos y nos lleva hasta el comedor. Hay muchas cajas, seguramente de la mudanza. Nos sentamos en un sofá, que aun mantiene el plástico transparente que lo envuelve, tal cual se lo mandó la tienda. 
- Siento todo el lío, aun estamos de mudanzas, ¿queréis tomar algo?.- mi madre asiente y Paola frunciendo el ceño grita - Peter baja ahora mismo.
- Si!- se oye otra vez esa voz masculina
La estructura de la casa es idéntica a la mía. Solo que no está amueblada y las paredes sin pintar. De golpe se oye como baja alguien las escaleras. Es un hombre que aparenta un poco mas que Paola. Tiene el pelo negro con un buen numero de canas. Va arreglado con traje y corbata.
- Hola, soy Peter, su marido, siento haber tardado, estoy intentando que buscar unos documentos importantes entre las mil cajas de la mudanza
- Es que es administrador y estamos aqui porque le han trasladado- dice Paola y seguidamente le da un beso en la mejilla.- Yo soy abogada y por suerte puede conseguir también el traslado.
- Yo soy diseñadora de moda y mi marido dueño de una agencia publicitaria.- dice mi madre
Paola se dispone a decir algo pero la voz de un chico le interrumpe.
- Mamá, no encuentro la Xbox, en que caja la has dejado.
Es un chico de mas o menos mi edad, rubio oscuro , con ojos de color miel y una sonrisa encantadora, muy guapo a primera vista. 
- No lo se, creo que está en una caja que pone juegos. Perdonad este es mi hijo, Justin.- nos dice- Cariño, estos son los vecinos, que han venido a presentarse.
- Ah, hola, encantado.
Mi madre otra vez nos presenta y nos da a todos dos besos. Después Peter me pregunta:
- Y vosotras, cuantos años tenéis?
Mi hermana timidamente dice:
- 9 pero cumpliré 10
- Yo tengo 16 y hago 1º de Bachillerato- digo
- Mira igual que Justin- dice Paola y este me sonríe
Entonces suena el móbil de mi padre. Es un mensaje. Lo lee y seguidamente dice:
- Perdonad, pero debo ir al trabajo, hay algunos problemas y he de solucionarlos. 
- Bueno ya mejor nos vamos todos y ya quedaremos otro día para hablar- dice mi madre.
- Eso eso, volved cuando querais y gracias por el pastel.- dice Paola
Se dan dos besos entre ellos y Justin se vuelve hacia mi, me sonríe y me da dos besos para despedirse. No se porque pero cuando sus labios entran en contacto con mi mejilla me viene una sensacion estraña pero agradable. Su pelo huele a vainilla. Me doy dos besos con sus padres y marchamos de la casa.
Paso el resto de la tarde vagueando, no hago los deberes. Por la noche llamo a Katie y le cuento que tengo nuevos vecinos y ella me cuenta que un tal Marco muy pesado le tira la caña por el facebook. De mientras hablo con Hayley por el chat de la bb y comentamos sobre Katie y Angelo y lo ocurrido.  Hago los pocos deberes que tengo y me llaman para cenar.
Hay arroz al curry, a mi padre le sale de maravilla. Mis padres comparten opiniones sobre los nuevos vecinos y mi hermana se dedica a molestarme diciendo tonterías de niña pequeña como: Te gusta el vecino o seguro que seréis novios y os daréis besitos. Siempre que conocemos a algún chico de mi edad hace lo mismo. No tiene remedio.
Al acabar de cenar me hago una ducha rápida y me meto en la cama con el ordenador a ver un nuevo episodio de Glee. Veo que son las doce pasadas y decido meterme en la cama para intentar dormir un poco. Pero al no poder dormir me pongo a escuchar musica y ya casi dormida me doy cuenta de que con la musica encendida toda la noche se me acabará la batería del ipod. Pero ignoro este pensamiento y por fin la parte consciente de mi cerebro desconecta.

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