Introducción

Milán nació como un poblado de romanos establecido por Julio César, hace muchos años atrás. ¿ Imagináis una tropa de soldados romanos refugiados en un territorio abandonado? Un día, un soldado decidió construirse su propia casa. ¡Que mejor lugar que Milán!
Tanto los romanos, como todos aquellos que vivieron en la antigua ciudad de Milán, fueron construyendo puentes en diferentes alturas del río.
Al paso de los años, lo que fue una pequeña casa se transfiguró en una aglomeración de viviendas, pisos y rascacielos.
Las calles de Milán, rebosantes de gente, llevan hasta lugares inéditos, desconocidos para los ciudadanos holgazanes. Los más inquietos y curiosos llegan hasta rincones recónditos y enigmáticos, dispuestos a complacer a sus visitantes.
Sin duda alguna, la galería de Victor Manuel II de Italia es el foco del barullo. Sus dos arcadas de vidrio dejan entrar la claridad del día y traspasar la frescura de la noche. En el centro de la galería, bajo una cúpula extraordinaria en cuanto a su belleza arquitectónica, la impresión hacia los turistas y su historia, esconde un pequeño boquete. Solo los que viven allí saben que si pones el talón dentro del pequeño hueco y das tres vueltas sobre ti mismo, sin sacar el pie de tu sitio, regresarás algún día a la preciosa Italia.
Sin embargo, no solo es arquitectura espeluznante y bellos lugares para visitar, sino que Milán es la capital de la moda, el lujo, la ostentación, la abundancia y el exceso. De ahí toman un lugar privilegiado tiendas como: Prada, Massimo Dutti, Gucci y Louis Vuitton.
Todo aquel territorio rebosante de vidas perdidas, en curso o por vivir, nos lleva a la supervivencia de tres amigas procedentes de la elite de Milán, alumnas del instituto privado de Brera, con muchas historias por vivir.
En este blog nos proponemos a mostrar la vida de estas tres adolescentes des de sus tres diferentes puntos de vista.